Pasos necesarios para realizar el cambio de titularidad de un vehículo

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El cambio de titularidad de un vehículo es un trámite obligatorio cuando se produce la compraventa entre particulares, una donación o cualquier otra transferencia de propiedad. Este proceso garantiza que el nuevo propietario figure legalmente como responsable del coche, tanto en lo relativo a impuestos como en el cumplimiento de las normas de circulación. Además, permite regularizar la situación administrativa del vehículo ante la Dirección General de Tráfico (DGT), evitando sanciones y problemas legales.
Contar con una gestoría para el cambio de titularidad del coche puede facilitar significativamente este procedimiento, ya que estos servicios especializados se encargan de presentar la documentación necesaria y realizar los trámites ante los organismos correspondientes. Esto resulta especialmente útil cuando el comprador o el vendedor no están familiarizados con el proceso o desean evitar errores que puedan retrasar la formalización del traspaso.
El primer paso consiste en firmar un contrato de compraventa entre las partes. Este documento debe incluir los datos personales del comprador y del vendedor, así como la información del vehículo: matrícula, marca, modelo, número de bastidor y precio acordado. También debe especificar la fecha y hora de la entrega, ya que el comprador asume desde ese momento la responsabilidad sobre el coche.
Una vez firmado el contrato, el comprador debe abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) en la comunidad autónoma correspondiente. Este impuesto varía según la región y el valor fiscal del vehículo, por lo que es importante informarse previamente sobre la base imponible y el porcentaje aplicable. El pago se realiza mediante un modelo específico que se presenta en la Agencia Tributaria autonómica.
Con el justificante del pago del ITP, el siguiente paso es acudir a la Jefatura de Tráfico o realizar el trámite de forma telemática. Es necesario presentar la siguiente documentación: el contrato de compraventa, el DNI del comprador y del vendedor, el permiso de circulación del vehículo, la tarjeta ITV en vigor, el justificante del pago del ITP y el impreso oficial de solicitud de cambio de dueño. En caso de que intervenga una gestoría, esta se encargará de reunir todos los documentos y presentarlos.
Es importante verificar que el vehículo no tenga cargas pendientes, como multas impagadas, embargos o impuestos municipales atrasados. La existencia de cualquiera de estas situaciones puede impedir que el cambio de titularidad se formalice. En este sentido, en Gestoría Guasch, explican: “Se recomienda consultar el informe completo del vehículo en la DGT antes de realizar la compraventa, especialmente si se trata de un coche de segunda mano”.
Una vez tramitado el cambio, la DGT emitirá un nuevo permiso de circulación a nombre del comprador. Este documento es el que acredita legalmente que el vehículo ha sido transferido y que el nuevo propietario es quien debe responder ante cualquier situación relacionada con el uso del coche. La gestión puede tardar unos días, pero en general se trata de un procedimiento ágil si se cumple con los requisitos establecidos.
Además de los pasos legales, se aconseja informar a la aseguradora del cambio de propietario para actualizar la póliza o contratar una nueva, según las condiciones pactadas entre las partes. También conviene revisar el estado del coche antes de la entrega, así como conservar copias de toda la documentación durante un tiempo prudente.
Realizar correctamente el cambio de titularidad evita problemas futuros y asegura que tanto el comprador como el vendedor cumplan con sus responsabilidades. Con la orientación adecuada y una correcta preparación de los documentos, este trámite se puede llevar a cabo de manera rápida y eficaz. Asumir este proceso con seriedad ayuda a garantizar una transición legal y transparente en la propiedad del vehículo.